890 pasajeros, la mayoría de origen japonés, desembarcaron del Peace Boat para aprovechar un día en Valparaíso, lugar donde la nave recaló como parte de su gira por ciudades resilientes.
Junto con la misión de paz, los pasajeros del barco participan de distintas actividades que les permite estar preparados para materializar el intercambio cultural con los países que visitan. En el caso de Chile, los visitantes se prepararon para este proceso con un estudio acerca de la historia del país, películas chilenas y otros materiales.
“El barco está aquí con alrededor de 900 participantes de nacionalidad japonesa, en donde en el día participan en actividades de intercambio con comunidades locales, aprendiendo sobre cultura mapuche, la historia de Chile y compartiendo historias con niños y madres. Entonces, se promueve con organizaciones sociales un intercambio directo, tanto desde el consumo hasta el intercambio”, explicó María Pérez, coordinadora Internacional para Latinoamérica de Peace Boat.
Desde el municipio porteño se explicó que la recalada del Barco de la Paz reconoce a Valparaíso como una de las ciudades más importantes en Chile y a nivel mundial. Además, la capital regional aprovecha de fortalecer su en relación con Japón que data a lo largo de los años y tiene una historia importante en el vínculo bilateral.
Expertos en prevención de riesgos y desastres naturales llegaron a bordo del reconocido navío en su viaje número 90, quienes han visitado Valparaíso más de 10 veces para exponer sobre estas materias, en relación a las distintas catástrofes que han azotado la zona central, labores que no fueron distintas en esta ocasión.
Distintas ONGs se han sumado a la causa del barco de la Paz, así como municipalidades y distintas entidades gubernamentales. Entre las organizaciones, destaca la ONG Inclusiva, la cual se hizo presente con una exposición acerca de los cuidados y precauciones que deben tenerse en cuenta para las personas en situación de discapacidad.
“Resulta que la planificación territorial lleva a los planes en dónde se edifica y de qué manera, pero estamos olvidando la inclusión. A pesar de que tenemos normas de accesibilidad no las estamos aplicando siempre y, además, hay algo que me llama poderosamente la atención. Hablamos de normas antisísmicas, para reducir riesgos a un incendio y accesibilidad, pero, ¿quién las está juntando?, ¿Quién está juntando el hecho de que una rampla no puede ser de determinado material porque puede ser un incendio?, no se ha hecho, y eso es lo que impulsamos como ONG”, sostuvo Carlos Káiser, director ejecutivo de la organización.
Peace Boat como ONG trabaja en conjunto en esta ocasión con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgos y Desastres (UNISDR) y Precorp, empresa avocada en la preparación de personal laboral para enfrentar situaciones inesperadas. Cada uno de estos enviados tiene la misión que apoyar al Barco de la paz en sus tareas alrededor del mundo.
“El programa parte en 2005 como campaña de Ciudades Resilientes, el cual se viene reforzando con el protocolo de Sendai y dura hasta el 2030, algo que nació hace una década pero no parará nunca, ya que hoy estamos con otro tipo de avances. Todo lo que afecta a la tierra hoy tiene conexión con la Campaña de Ciudades Resilientes, es decir, que las ciudades ante cualquier adversidad sean capaces de levantarse”, aclaró Susana Fuentes, promotora de la campaña.
Peace Boat en Chile
Cabe destacar que la tarea del navío nipón se ha hecho presente cada año en Valparaíso y Chile en general. Transcurridos seis años desde la tragedia que azotó al país en febrero de 2010, miembros de la organización recuerdan haber participado de forma activa, ya que, coincidentemente, planeaban recalar en la ciudad puerto el mismo día del desastre.
“En esa fecha el barco estaba navegando justo por Chile y, en ese momento, se hizo una serie de donaciones a través de CODEFF (Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora) donde se entregaron suministros y se envió dinero. Después de eso, hemos seguido trabajando fortaleciendo las relaciones con diferentes ONGs y entes en Chile”, dilucidó María Pérez, quien rememoró la fecha en la que se repartieron frazadas y ropa de invierno a las zonas más afectadas del país.
Corporación Nikkei
A pesar de que el Barco de la Paz sólo se quede un día en Valparaíso, del total de los 105 contemplados para este viaje, la cultura japonesa está constantemente presente en la ciudad, promoviendo el intercambio cultural con distintas actividades, a cargo de la Corporación Nikkei en Valparaíso.
Para la llegada del barco, la Corporación preparó el VTP para darle la bienvenida a los cientos de participantes del Peace Boat y a todos los interesados en las tradiciones del país nipón, bajo el alero de un Festival de Japón en Valparaíso.
“Aquí hay una explosión de cultura japonesa y chilena, ya que tenemos al Peace Boat que llegó a Valparaíso, en donde aprovechamos su viaje alrededor del mundo para hacer el Festival de Japón, en donde tenemos varios stand. Entre ellos, de realidad virtual, dulces japoneses, un desfile y prueba de kimonos, cantos de cuecas y canciones de Japón”, afirmó Akira Uchimura, presidente de la Corporación.
La corporación Nikkei tiene por objetivo compartir de la cultura del país oriental en Chile, interviniendo con eventos como el Festival y el Hanami, el día en que florecen los cerezos. Así mismo, cuentan con clases del idioma durante el año y noches japonesas.
Fuente: Portalportuario