La probable venta de hasta un 40% del Terminal Pacífico Sur (TPS), concesionario del Terminal Uno, a la naviera de origen italiano MSC (Mediterranean Shipping Company) no pasó desapercibida en el Puerto, dado los alcances que esta operación podría tener.
TPS, propiedad del grupo Von Appen, mueve alrededor del 90% de la carga contenedorizada de Valparaíso y la multinacional europea, con sede en Ginebra, es el segundo actor más importante en su rubro.
Y aunque en el Terminal Uno no hubo comentarios al respecto, en MSC sí reconocieron el acercamiento, aunque todavía no se revelan los alcances del mismo.
«Son caminos recurrentes (…) a través de esto buscan una mayor fortaleza, una mayor participación y el ingreso a nuevos mercados. También con esto desarrollan tecnología de punta. Estas alianzas acrecientan la competitividad y se pueden abarcar más mercados, también compartir riesgos y solucionar problemas financieros entre otras características», explica el experto.
En el caso particular de navieras como la Maersk o en este caso particular la MSC, el académico enfatiza que las grandes compañías apuntan a tener sus propios terminales portuarios o, de lo contrario, buscan asociarse adquiriendo una parte de ellos.
«Lo hacen con el objeto de poder controlar a la vez la oferta de estos terminales de contenedores y la demanda de los tráficos de ellas mismas. Estas son las estrategias que están desarrollando estas grandes empresas», precisa.
Pero además vislumbra otros objetivos que apuntan a la cadena logística. «Lo que intentan estas grandes compañías es poder desarrollar un sistema intermodal en el cual van a tener un control tanto en los mismos tráficos marítimos como también en todo lo que es el hinterland, manejando todas las conexiones posibles con el objeto de ofrecerle al cliente un servicio mucho más integral», sostiene Guerra.
Una tendencia
Esta operación podría corroborar una tendencia marcada en la región, y en el mismo ámbito, por lo que fue la fusión entre la CSAV y Hapag Lloyd; y la venta de Interoceánica a Hamburg Süd.
Aunque, para el especialista, la eventual operación entre TPS y la MSC tendría una característica distinta. «Las otras están en el mismo rubro, en cambio lo que harían acá es cerrar el circuito, vale decir, ellos controlan el tráfico en este caso y por otro lado aseguran los terminales portuarios donde concentran una mayor cantidad de carga», recalca.
Ello, agrega, supondría muchas ventajas porque le daría la opción de ofrecer a sus clientes un precio unitario y una oferta con mucho más ventajas, al sumar los terminales y el flete marítimo.
Una nueva sociedad
En tanto, el director de la Escuela de Ingeniería Civil Oceánica de la Universidad Valparaíso, Sergio Bidart, recalca que cualquier operación de este tipo implicaría la creación de una nueva sociedad para administrar el Terminal Uno.
«La ley habla de que es monooperador, por lo tanto ellos deberían abrir una sociedad nueva en la cual habría dos dueños, pero siempre tiene que ser una la sociedad. Si ellos se hacen socios deberían crear una nueva personalidad jurídica con otro nombre donde podrían repartirse el porcentaje que ellos estimen», advierte el académico.
Respecto a las motivaciones que mueven este tipo de alianzas señaló que la principal es crecer y tener acceso a más oportunidades. «Cuando uno busca socios pueden ser dos motivos, o quieres crecer, o la otra opción es que no te está yendo tan bien y vendes una parte de la propiedad. Es un tema netamente financiero», manifestó el profesional.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso