Conflicto portuario agrava crisis por recalada de cruceros en Valparaíso

A las 10 de la mañana de ayer, y a raíz del conflicto portuario que actualmente mantienen los trabajadores eventuales de las empresas Terminal Pacífico Sur de Valparaíso (TPS) y Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), el crucero “MS Fram”, perteneciente a la línea noruega Hurtigruten, recaló en el sitio 6 del Puerto de San Antonio luego de desviar de manera forzosa su ruta original que consideraba a Valparaíso.

Procedente del Callao, en Perú, la citada embarcación, barco de exploración por excelencia de Hurtigruten, es parte de un segmento de lujo definido como de descubrimiento y aventura, con servicios de alta gama, cuyo destino final es la Antártida, donde los pasajeros realizarán una serie de actividades entre glaciares, “montañas inaccesibles y fauna salvaje”, según describe la propia empresa.

“Este crucero tiene pasajeros muy demandantes, pues entrega un servicio de alta calidad”, precisó Víctor Oelckers, gerente general de la empresa Inchcape Shipping Services y quien oficia como representante legal de Hurtigruten en Chile.

En este sentido, y sobre la situación que el crucero “MS Fram” debió sortear debido al conflicto de los trabajadores eventuales de Valparaíso y que lo obligó a recalar en San Antonio, Oelckers señaló que “a pesar de hacer todos los esfuerzos posibles, debimos cancelar la recalada que teníamos confirmada en Valparaíso contra nuestra voluntad y en forma forzosa, lo que en definitiva es muy grave, pues cierta parte de la industria de cruceros ya había perdido la confianza en Valparaíso y este era un segmento de lujo que aún seguía confiando en sus servicios”.

A su vez, y sobre las causas que obligaron a ejecutar un plan de contingencia, el agente explicó que “se debió a la falta de medidas de seguridad para movilizar a los 360 pasajeros que necesitaban embarcar y desembarcar del crucero, lo que en definitiva es una lamentable señal por parte de TCVAL, empresa que estaba dando un muy buen nivel de servicio a estos cruceros, pues los problemas anteriores habían sido siempre en TPS, y TCVAL nunca había fallado, pero hoy (ayer) lo hizo”.

En esta línea, y sobre las expectativas que se avizoran de cara a la temporada de cruceros luego de los problemas surgidos en Valparaíso, Oelckers puntualizó que “la cancelación de la recalada con apenas 12 horas de anticipación es algo que toma por sorpresa a las líneas que atendemos en Chile y que nos deja muy preocupados, porque crea una incertidumbre que es particularmente grave, ya que se destruyen confianzas y se repite la historia de lo que pasó con los grandes cruceros. Es más, yo hablé con los representantes del ‘MS Fram’ y me dijeron que no vuelven más a Valparaíso, pues en San Antonio existe paz social y están dadas todas las condiciones para tener recaladas sin ningún tipo de inconvenientes”.

Esta visión fue compartida por Gabriela Alcalde, gobernadora de la Provincia de San Antonio, quien dijo que “el puerto de San Antonio en los últimos años no sólo se ha consolidado como el principal puerto de Chile en transferencia de carga, sino que también como el principal terminal de pasajeros de la zona central de nuestro país al brindar seguridad y continuidad de sus servicios para las líneas navieras”.

Desde el punto de vista logístico, el gerente general del Valparaíso Terminal de Pasajeros (VTP), Juan Esteban Bilbao, compartió las críticas expresadas por Víctor Oelckers y agregó que “esta es la peor señal que pudo entregar Valparaíso para recobrar la confianza de la industria de cruceros, dañada con episodios de iguales características en el pasado”.

En esta línea, Bilbao expuso que “habemos actores que estamos trabajando arduamente con las propias navieras, con el Gobierno de Chile y con gobiernos de otros países para impulsar nuevas rutas, y por lo mismo, es una contradicción vital comprometerse a entregar un servicio de calidad y, por otra parte, que se den paralizaciones de grupos menores que comunican todo lo contrario y amenazan la estabilidad que se requiere en la industria de cruceros, pues no sólo se perdieron turistas que iban a recorrer y disfrutar de los atractivos de los cerros del Puerto, sino que además se generó una molestia comprensible en aquellos pasajeros que esperaban embarcar en este muelle”.

Bajo este escenario, el gerente general de VTP criticó las gestiones realizadas por las autoridades locales, quienes, según su análisis, no se están haciendo responsables del tema de fondo.

“Con esta pérdida se tira a la basura todo el esfuerzo que se viene haciendo por más de dos años, y por lo mismo, consideramos que las autoridades locales, el municipio, la EPV y los concesionarios de los frentes de atraque no se están haciendo cargo responsablemente de los temas de fondo, así que esperamos que se tomen medidas drásticas y que solucionen a la brevedad el conflicto para que esto no se vuelva a repetir”, comentó Bilbao, agregando que “por nuestra parte, seguiremos con la estrategia para recobrar la industria de cruceros y esperamos que todos los actores involucrados den señales reales del compromiso que dicen tener con Valparaíso, la recuperación de la industria y con el sitial que no puede perder el puerto patrimonial dentro de este importante rubro para la economía comunal y nacional”.

En respuesta a Bilbao, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, manifestó que “el conflicto de los trabajadores y los concesionarios portuarios es la representación de la crisis del modelo de desarrollo portuario de nuestro país y que en Valparaíso se está manifestando cada día de forma más patente. Y por lo mismo, debemos enfrentarlo de una vez por todas porque los costos los va a seguir pagando la ciudad”.

Ante este contexto, y tras ser consultado sobre las consecuencias que tendrá el conflicto portuario en la industria de los cruceros luego que él mismo impulsara la formación de una mesa de trabajo con todos los actores involucrados en el tema para impulsar una estrategia de inversión, el jefe comunal porteño señaló que “en relación al riesgo que este tipo de conflicto tiene para la industria de los cruceros, nos preocupa que de parte de los concesionarios no exista la voluntad de encausar este conflicto por el camino del diálogo”.

Sharp puso énfasis en que “en función de esto, proponemos al Gobierno Regional anticipar la convocatoria del Consejo de Ciudades Puerto, ya que este conflicto corre el riesgo de quedarse de forma permanente. Es necesario que no se posponga este debate”.

Finalmente, el alcalde manifestó que gran parte del problema portuario que hoy afecta a Valparaíso se debe a errores en la conformación del diseño de crecimiento portuario, donde, según expresó, es vital establecer plazos para la construcción de un muelle exclusivo de cruceros.

“La precarización laboral tiene directa relación con otros problemas de la actividad portuaria, como por ejemplo, el diseño que el crecimiento portuario va a tener en nuestra ciudad; y por ende, necesitamos claridad de la construcción del muelle exclusivo para cruceros, porque ese es un compromiso que la EPV asumió con la ciudad y hay un acuerdo firmado por todos los actores que así lo consagra”, precisó la máxima autoridad municipal de Valparaíso.En tanto, quien también entregó su opinión respecto al tema fue la gerenta general de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), Marcela Pastenes, quien fue clara al establecer “un absoluto rechazo a las acciones violentas de personas que, en vez de remitir sus demandas a través de las instancias legales y laborales pertinentes, han utilizado la violencia y la extorsión comercial como medidas de presión, bloqueando los accesos al Puerto de Valparaíso y al trabajo de los concesionarios, impidiendo el desarrollo de una labor portuaria tan necesaria para la región y el país”.

En este sentido, Pastenes puntualizó que “no podemos seguir siendo extorsionados en cada inicio de temporada alta de la actividad portuaria por personas que sólo buscan llamar la atención para demandas que, de ser expuestas por las vías normales, difícilmente tendrán asidero. Por ello las enmarcan en una suerte de transacción que afecta a clientes, trabajadores, transportistas, comunidad y al desarrollo de la ciudad, región y país”.

Fuente: Mercurio de Valparaíso